Los mas grandes héroes de los pueblos, han sido acusados de bandidos, asesinos, ladrones y hasta herejes.
“el pueblo se cansan de tanta pinche transa” decía una pinta de alguna ciudad de la hermosa y maravillosa América Latina, ¿Santiago, Buenos Aires, Lima, Managua, Bogotá, Ciudad de México? El reclamo, el mismo; fraudes electorales, dictaduras, represión, saqueo de la riqueza y patrimonio de los pueblos.
A lo largo de toda nuestra América Latina y al paso de décadas, las historias se repiten, los poderosos se reparten el poder y el abuso del mismo, la respuesta ha sido la misma, de lo mas profundo de los pueblos han surgidos hombres y mujeres que están dispuestos a luchar por la justicia e incluso a sabiendas de tener que ofrendar sus vidas en estas luchas y en beneficio de la mayoría.
Es el caso de Jaime Bateman Cayón (Colombia, 1939-1983), miembro del Partido Comunista, miembro de las FARC y fundador y líder del M-19. Es a raíz del fraude electoral por la presidencia (es la gota que derrama el vaso), del 19 de abril de 1970 en contra del pueblo colombiano y de Gustavo Rojas Pinilla, que decide encabezar una lucha armada, cerradas las vías pacíficas y formales, solo queda la lucha popular por todas su vías.
El tomar un arma y caminar el sendero de la clandestinidad, no es un anhelo de los hombres verdaderos, es un camino que hay que transitar, en medio de la soledad, dejando atrás nuestra identidad, ¿el motivo? La Justicia e Igualdad, la esperanza, por una Patria mejor.
A la distancia podemos ver, que en el caso del M-19, la vía armad, era un medio no un fin, la lucha como una forma de forzar un cambio, sin tener que vivir los estragos terribles de la guerra, las formas se podrán cuestionar y discutir, pero las causas NO. Las acciones asumidas ante los abusos del poder, seguramente fueron las necesarias, se luchaba, no se estaba jugando y en este camino, se busca vencer y aunque no se busque, también se muere….
“Nos hemos hecho soldados, para que un día no tenga que haber mas soldados”, diría el Sub Marcos, descalificar a un movimiento armado dándole adjetivos de terroristas, ladrones, asesinos, robavacas y hasta herejes es muy común, como una forma de desacreditarlo y como campaña de desinformación, las zonas de influencia dónde los guerrilleros actúan; saben que no es verdad, conocen del enorme corazón de los revolucionarios, del interés de combatir, la ignorancia, el analfabetismo, la pobreza, la desigualdad, la discriminación, eso es lo que busca combatir el guerrillero, ese es el principal enemigo, NO un hombre que viene de esas mismas regiones y que es forzado a reprimir al pueblo!!!!
Los 9 años que “el Flaco” dirigió al M-19 (fundado en 1974), la lucha fue un medio, las acciones necesarias, los muertos una pena…., el M-19, se desmoviliza en busca de la vía política…., creo, que no ha sido la vía.
La vida de “El Flaco”, fue de luz, de lucha, de compromiso. Su muerte, una pérdida irreparable….
“El Flaco vive!!!!!!!!!!!
La lucha sigue!!!!!!!!!!!!
Jaime Bateman Cayon un profeta de la paz, luchador inacansable, enamorado del mar.
