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miércoles, 7 de octubre de 2009

“EN ESTE PAIS UN PROYECTO DEMOCRÁTICO ES UN PROYECTO


Jaime Bateman Cayon un profeta de la paz, luchador inacansable, enamorado del mar.


Movimiento 19 de abril, M-19
Movimiento Jaime Bateman Cayón
“Y la revolución se hace para el pueblo, por eso tenemos que
nacionalizar la revolución, ponerla bajo los pies de Colombia, darle
sabor a pachanga, hacerla con bambucos, vallenatos y cumbias, hacerla
cantando el Himno Nacional.” Jaime Bateman Cayón

“EN ESTE PAIS UN PROYECTO DEMOCRÁTICO ES UN PROYECTO
REVOLUCIONARIO”


Entrevista publicada por “CROMOS”, realizada por
ALFREDO MOLANO Y WILLIAM RAMÍREZ TOBÓN




Bogotá. Sólo tres llegaron a la Sierra, para encontrarse de golpe y porrazo con una
crueldad: a Tulio en esas tierras no lo conocía nadie. “¿Tulio Bayer?” —decían los
colonos—, “...por aquí no ha llegado a pasar, tal vez más adentro...”. Así se fueron
metiendo, metiendo en el puro monte y camine y camine por todas esas trochas.
Nadie los ayudaba...y ni yerba había para ahuyentar la dura realidad. Pero un buen día
hablando del milagro se les apareció el santo: Tulio Bayer en persona. Con todos sus
arreos para la campaña militar que se avecinaba, a saber: cuatro cartones de Pelirroja,
dos garrafas de ron blanco, una pistola Colt 45 y un pato.
Movimiento 19 de abril, M-19
Movimiento Jaime Bateman Cayón
@PREGUNTA = ¿Y un pato? ¿Un pato para qué en la selva?
Sí, a todo el mundo se le hizo raro lo del pato, pero al fin y al cabo como todo
Comandante tiene derecho a sus secretos estratégicos, ni modo. Los días pasaban y
pasaban, y nadie —a excepción del propio Bayer y sus tres amigos— conocía a Tulio.
La desmoralización se agravó, entre otras cosas porque el Comandante daba diez
pasos y se ponía morado, lila, gris. Había que llevarlo en guando, prácticamente
alzado. Fumaba como un vampiro, todo el día, ordenaba levantar el campamento,
cada vez que se mamaba. Entonces se acostaba en la hamaca, se empacaba una
botella de ron y se abrazaba al pato. Los compañeros empezaron a intuir que por ahí
no era la cosa y decidieron desertar: lo amarraron a la hamaca mientras dormía la
perra, le quitaron el pato y salieron corriendo montaña abajo como alma que lleva el
diablo.
Jaime Bateman: No, no, a nosotros no nos va a pasar lo que le pasó a los del pato.
@PREGUNTA = Entrevistadores: ¿A los del pato?
Es una anécdota, un cuento que retrata al izquierdismo de los años sesenta. Como me
lo contaron lo cuento. Resulta que Tulio Bayer organizó en Cuba, por allá en el año
sesenta y cinco o sesenta y seis, un grupo guerrillero para meterse en la Sierra
Nevada. Mandó adelante su gente, graneadita, unos por un lado, otros por el otro para
que le fueran preparando el terreno. Inclusive mandó construir un aeropuerto para
llegar como todo un jefe. Pero hermano, el grupo se fue desperdigando por el camino.
No más saliendo de la isla, muchos se abrieron. Unos se escabulleron en Praga, otros
en París, otros en (...).
@PREGUNTA = ¿Pero un pato? ¿Así estaba de enfermo Tulio, o qué?
Noo hombre, no era un pato de ésos, era un puro pato, un pato... un pato cuac cuac,
con alas y pico... el pato, se suponía, hacía las veces de ganso de capitolio, es decir,
andaba con él para alertar a la guerrilla sobre la presencia del enemigo.
Increíble, cómico, pero trágico... muy trágico.
Movimiento 19 de abril, M-19
Movimiento Jaime Bateman Cayón
Sí, pero muy ilustrativo de lo que fue el izquierdismo de esos años, de lo que fue el
foquismo, de lo que era ese torpe romanticismo de esa época en la que nos iniciamos.
Porque hermano, para toda una generación, la década del sesenta fue muy dura, muy
dura, no tanto por lo que nos tocó ver, sino por lo que nos tocó olvidar..., revisar, dejar
de lado. Al M 19 le costó mucho trabajo soltar el lastre que heredó del izquierdismo, y
por eso cuando salimos a la luz pública nadie nos entendía. O mejor, no nos entendía
la izquierda, porque la izquierda es un mundillo. Hombre, si el mundo es un pañuelo, el
izquierdismo es un moco, y un moco se queda pegado en todas partes y corre el
riesgo de secarse. El mundillo izquierdista no nos aceptó cuando nos lanzamos a la
publicidad. Porque hay que aceptar que así comenzamos: como un show, como un
espectáculo tendiente a apoyar la candidatura de María Eugenia. Claro, todo el mundo
quedó azul porque de entrada rompíamos con un poco de mitos pendejos en que el
izquierdismo estaba encasillado. Nosotros dijimos: entre los fierros y los votos no hay
contradicción, tan poco entre el socialismo y la democracia y si la ANAPO es la que
tiene el pueblo, pues a trabajar con la ANAPO.
@PREGUNTA = ¿Y ése era todo el programa de ustedes?
No, era más elemental, más pendejo. Nuestro criterio básico era crearnos la menor
cantidad posible de enemigos y de enredarnos el menor tiempo posible en
discusiones. La vaina chino soviética, adiós; la vaina de los matices de la burguesía,
adiós; los parrafones sobre los campesinos, obreros y estudiantes, adiós. Adiós a todo
eso, ya todos estábamos mamados. El primer programa nuestro fue la cosa más
sencilla. Nos reunimos seis, siete, diez personas en una dirección y dijimos: ¿cuáles
son las cosas que nos unen?, la lucha contra la oligarquía, la lucha contra el
imperialismo, la lucha armada. ¿Entonces? Pues a conseguir los fierros. No más. Ese
era nuestro programa inicial. Así de simple. No discutimos mucho pero hicimos mucho
y la gente se entusiasmó, porque la política sin materializar vale huevo. A un año de
actividad ya éramos una organización. Damos otro paso y nos preguntamos: ¿ahora
qué? Nos hicimos la pregunta y nos jodimos, porque había que responderla. De lo
contrario habíamos continuado como cualquier organización izquierdista. Porque
hermano, hay que distinguir entre la izquierda y el izquierdismo. El izquierdismo es un
oficio. Nosotros nos preguntamos: “Bueno, ahora tenemos armas, ya tenemos
Movimiento 19 de abril, M-19
Movimiento Jaime Bateman Cayón
organización, ya tenemos aparatico. ¿Y las masas?”. Las masas estaban en la
ANAPO. Empezamos a cranear la vaina. A fraguar, y tin tin, bla bla y pum, de cabeza
para la ANAPO. Dimos un gran salto, que claro, los izquierdistas no entendieron.
Ellos definitivamente no tienen principio de realidad. Cuando hicimos el allanamiento a
la ANAPO, porque nosotros también hacemos allanamientos, ya éramos una
organización de masas, de masas en sentido amplio, no en sentido leninista. En
sentido leninista, olvídate, éramos cincuenta tipos decididos a quemarnos el rabo.
Cuando dimos el golpe de la espada, a la izquierda se le creó un gran problema, una
contradicción, robarse la espada de Bolívar, ¿y eso para qué? Pero a partir de
entonces la gente comenzó a buscarnos. A buscarnos. Todos nos buscaban: la
izquierda para meterse al M 19 y el Ejército para meternos a la cárcel.
@PREGUNTA = ¿Pero ese programa tan simple no les creó complicaciones internas?
Claro, porque nosotros conservábamos muchos vicios de la izquierda, no logramos
crear una organización amplia. Nos creamos muchos enemigos artificialmente;
comenzamos dizque a aplicar el principio de la lucha de clases dentro de la ANAPO
asumiendo obviamente, que nosotros éramos las bases. Pero obviamente eso era
falso. Las bases de la ANAPO eran del General y de María Eugenia. Sólo a ellos
seguían. Por ponernos de marxistas perdimos una gran oportunidad.
@PREGUNTA = ¿Y qué era lo que pasaba, por qué no funcionó la cosa?
Bueno, nosotros teníamos una estructura interna y una estructura externa. La que
caminaba realmente era la interna, porque allí estaban los dirigentes. El control que
teníamos sobre el frente externo era muy débil, muy débil.
@PREGUNTA = ¿En qué se diferenciaban esos frentes?
El frente externo trabajaba las masas, nosotros manejábamos el armamento, las
finanzas, el aparato, en síntesis lo que poco a poco llegó a ser el M 19. Ellos
manejaban el frente externo: la ANAPO Socialista.
Movimiento 19 de abril, M-19
Movimiento Jaime Bateman Cayón
@PREGUNTA = ¿Los cuadros eran puros anapistas?
No. Era un caldo de bollos, había gente de todas partes, venían del ELN, del ML,
sobre todo del Partido Comunista. En el frente externo eran puros anapistas. Pero no
teníamos suficiente fuerza. No logramos armonizar los dos frentes. Hicimos un
balance y sacamos un balance y sacamos en limpio que la tendencia de la ANAPO
Socialista era paradójicamente obrerista y la nuestra, populista. Nosotros funcionamos
pragmáticamente, la discusión teórica la dejamos de lado, había muchas tendencias y
entonces abrimos el debate. Decidimos muy sectariamente, ir a la abstención. Era el
año 76. Fracasamos. Para el año 78 conseguimos la línea y nos embarcamos en una
campaña electoral muy rígida, muy sectaria. Imagínate por ejemplo, en Santander, los
afiches representaban a una vieja con un fusil y un niñito en los brazos. ¡Hombre, con
un programa socialista! Como si estuviéramos en Vietnam. La gente no nos pillaba
una. Un día nos tomamos militarmente un barrio, en plena campaña electoral, la
Policía reaccionó y nos mató dos cuadros. Se creó el pánico. Al final sacamos mucho
menos votos de los que esperábamos, creo que unos dos mil de quince mil que
hacíamos cuentas... Era que estábamos preñados de sectarismo. Por fortuna, en el M
19 las contradicciones nunca las hemos resuelto a tiros; las decisiones siempre las
hemos tomado colectivamente, siempre ha habido mandos pero nunca las decisiones
se han tomado a espaldas del colectivo.
@PREGUNTA = ¿Y cómo han logrado mantener la unidad?
En siete años hemos hecho siete congresos y unas veinticinco reuniones de dirección.
Esa consulta permanente ha sido la primera herramienta contra el sectarismo, contra
el divisionismo; la segunda es que nuestras relaciones están regidas por el respeto
mutuo. Esta condición es muy burguesa, lo sé, pero impide que se formen las roscas
de siempre para joder a los demás. Por ejemplo, cuando fracasamos con la ANAPO
Socialista, algunos compañeros comenzaron a hacer análisis sociológicos, a hablar de
fuerzas productivas y de todas esas vainas. Les dijimos: la falla ha sido que nosotros
nos tiramos la ANAPO. Nosotros no supimos manejar ese rollo. Entonces liquidamos
la ANAPO Socialista, con llanto y todo pero liquidamos ese trabajo. Optamos por hacer
Movimiento 19 de abril, M-19
Movimiento Jaime Bateman Cayón
lo del Cantón que no fue casual, no fue un papayazo que nos dio el Ejército. No. Lo del
Cantón fue consecuencia de nuestro fracaso en la política legal, en la organización de
las masas. Nosotros no podíamos quedarnos con los brazos cruzados. La autocrítica
había que asumirla en la práctica y no en la teoría, había que demostrar que sí se
podía hacer política alrededor de la democracia. Cuando hicimos lo del Cantón
logramos audiencia nacional, y lo que era un organismo aparentemente dividido se
solidifica. Pero en este proceso hay otro elemento que es muy importante: lo de
Mercado.
@PREGUNTA = ¿Qué quiere decir?
En la ANAPO el M 19 era diez mil veces más activo que la Anapo Socialista, más
activo en todos los sentidos, era un motor. Poco a poco nos encontramos en
contradicción: mientras nosotros los del M 19 buscábamos hacer una cuestión más
amplia, más unitaria, más democrática, la ANAPO Socialista defendía una posición
puramente obrerista. Mientras nosotros íbamos, ellos venían. Tratábamos de resolver
las contradicciones haciendo cursos obreros. Hicimos cursos de cuanta joda se nos
ocurrió. Botamos unos siete millones de pesos en hacer más de cien cursos. Llegó un
momento en que nos preguntamos, “bueno, ¿y esto qué? La política es el arte de la
eficacia, cuál es la nuestra, cojamos los resultados porque la cosa es cogiéndolos”.
Pero eso era como coger una sombra.
@PREGUNTA = ¿Por qué?
Hermano, porque el movimiento sindical, la clase obrera en este sentido es muy
oportunista. En el movimiento sindical, ser un profesional del sindicalismo es la
verraquera, para un obrero raso capacitarse sindicalmente es la verraquera. En primer
lugar, porque va a ganar más. En segundo lugar porque sube de status y en tercer
lugar porque trabaja menos. Con nuestros cursos los obreritos andaban felices porque
eran gratuitos. La UTC, la CTC, la CGT, la CSTC no dan cursos gratuitos nunca. Los
sindicatos tienen que pagar su educación. Nosotros en cambio les hacíamos “el
catorce” gratuitamente. Y a la hora de recoger los frutos políticos, ¿qué?, ¡pistola!
Movimiento 19 de abril, M-19
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El obrerito nos respondía: “No llavecita, yo aquí ando en otra cosa”. Lo de Mercado
transformó el proyecto, porque se suponía que el obrero era ANAPO Socialista, que
ahí sí estaba representada la clase obrera. Cuando se hace lo de Mercado, ¿qué es lo
que encontramos? La perspectiva del M 19 obrero.
@PREGUNTA = No, yo no entiendo mucho, para serle franco, no entiendo.
¿No? Es que yo enredo mucho las vainas. Cuando se finiquita el período de Mercado,
el M 19 encuentra un canal diferente al de la ANAPO para hacer su trabajo político en
la clase obrera. Entonces lo que había sido un aparato para conseguir plata, armas,
para hacer acciones militares, se transformó en un aparato político tan importante o
más que la ANAPO Socialista. O sea que el M 19 encontró un canal de masas
concreto: las fábricas.
@PREGUNTA = De verdad, no entiendo lo que dice... me parece entrever que trabaja
con un implícito; a mayor represión, mayor conciencia política. Es decir, ustedes qué
lograron políticamente con esas operaciones. ¿Desatar una ola represiva como nunca
antes la había visto el país? Yo no creo en esa relación. No creo que si a la gente le
dan en la cabeza, use mejor la cabeza. El esquemita de la aceleración de las
contradicciones provocadas por la represión me parece infantil y mentiroso.
Vamos por partes. Mira, en primer lugar la represión no fue masiva, fue selectiva.
Coger 4 mil personas en un país de veinte millones no es una operación de masas
sino de personas. Lo que pasa es que estábamos acostumbrados a que cogieran
veinte o treinta personas. Frente a esto, 4 mil detenidos es una cifra mayor. Nunca
antes el Ejército había hecho un operativo tan grande en las ciudades. En el campo sí,
pero ése es otro cuento. ¿Y qué pasó? Que se armó tremendo escándalo, un
escándalo que determinó la política en este país, durante dos años. ¿Y ante la
represión la gente se echó para atrás? No, no se echó para atrás. En los sindicatos, en
las universidades, en las oficinas, en la prensa se comienza a hablar de las torturas,
de los derechos humanos. Eso de los derechos humanos antes era teórico, pero ahora
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la gente comenzó a reaccionar porque ya no estaba en juego solamente la comida
sino la vida.
@PREGUNTA = Pero está volviendo a la fórmula según la cual, a mayor represión,
mayor conciencia política.
No hablo de conciencia política. Hablo de la reacción de la gente, de autodefensa. Fue
lo que sucedió en Nicaragua.
@PREGUNTA = Pero en Nicaragua había un gran aparato político que podía
respaldar a la gente perseguida. Más claro, se ha dicho que el M 19 desató la guerra
irresponsablemente, sin suficiente cobertura política, sin organización sólida.
Olvídate, mayor cobertura de la que existió en Chile, no ha tenido nadie en América
Latina. La cobertura era el Gobierno mismo, ¿y qué? No, así no es la cosa. El Ejército
siempre va a responder cuando ve atacados los intereses que defiende. En Chile,
¿cuál era la alternativa? Era el socialismo. ¿Y por qué la burguesía chilena se tenía
que mamar un Gobierno que les nacionalizaba la economía y les iba a quitar las
vainas?, ¿por qué? ¿A cuento de qué la burguesía chilena tenía que aguantarse eso?
Yo no digo que los militares sean traidores, ¿por qué? ¿Traidores a quién? Ellos son
consecuentes con sus principios. ¿Qué pasa, son bobos o qué? El error fue de los
izquierdistas que creyeron que la burguesía se iba a quedar sin hacer nada. La
burguesía tuvo la reacción que debía tener. Tuvo que reaccionar violentamente. Ah...
si yo te quito a ti tu apartamento, tú qué vas a hacer, ¿te vas a quedar callado? Sales
con un garrote y me das en la cabeza. Es que la izquierda es muy ingenua. Por eso
hay que crear instancias militares populares.
@PREGUNTA = ¿Como las crearon los tupamaros...?
No, no, los tupas a los dos tiestazos quedaron liquidados. No, se trata de crear una
instancia militar que dé perspectiva al proceso político. Esto es lo fundamental. La falla
del ELN no fue militar, fue política. Lo militar no se sostiene por sí mismo. El Ejército
siempre ha jugado con esa carta. Sabe que hace dos acciones exitosas y voltea la
torta.
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@PREGUNTA = ¿Y de qué proceso político habla?
Del proceso democrático, no del proceso socialista. La izquierda siempre se ha
encasillado en esto. ¿Por qué? Porque parte de una disyuntiva falsa entre socialismo y
democracia. A mí me parece que por ahí está el quid de todo el mierdero. La izquierda
le ha hecho creer a la gente que la democracia es para la burguesía y el socialismo
para los revolucionarios. Entonces les dejamos a ellos las banderas de la democracia
y nosotros alzamos las del socialismo. Pero las banderas socialistas no te dejan
marchar porque el socialismo es el desarrollo de un problema democrático profundo. Y
lo ha sido en todas las revoluciones del mundo. Nosotros, digo la izquierda, hemos
cometido un error gravísimo, hemos enfrentado la gente con el socialismo no con la
democracia. En este país un proyecto democrático es un proyecto revolucionario
porque la situación de la democracia es aberrante. Hacia la democracia debemos
dirigir la lucha, el proceso. Eso ya es suficiente. Es paradójico, brutalmente paradójico,
que debamos optar por la guerra, el procedimiento más autoritario y menos
democrático, para imponer el pluralismo, la democracia. Pero es la realidad.